SOL NACIENTE

El agua no me sabe a mar,
ni tan siquiera el sol se despereza
entre la bruma fría
que esconde espigones de miseria.

Ni tan siquiera,
un sueño evita el inexorable naufragio
del relave sobre la orilla
y de la sórdida espuma.

Y ni tan siquiera la luna
esconde las pieles de bronce ahumadas,
el chasquido de la hipotermia,
el azolvo de las miradas.

Lleva el mar la barca
acunando pálidos rostros,
vomitando esperanzas perdidas,
sueños que nunca existieron.

Y sobre el Estrecho,
estrecho conducto de vidas
se despliega el Corán
tangente al mar soslayo.

Y no pasó nada, salvo,
el silencio contagioso
del mutismo interno de las aguas
sobre un tedioso cristal.

Y hoy mirando al mar
la bruma confunde las orillas,
confunde el olor salado y a zoco,
confunde dioses idénticos.
olores a almizcle y tomillo,
confunde lenguas, costas,
algas, dunas, arena, sueños...

... Y mirando a Poniente
la bruma fresca matinal
deja entrever el "Sol Naciente"...


AUTOR: ANTONIO ARANDA padre de PABLO.